Kandinsky, Acorde recíproco, 1942 |
Bonnard, La ventana abierta, 1921 |
No me quería perder por nada del mundo la de la Fundación Mapfre con las obras de Bonnard. Es un autor que me intriga: me gustaría estudiarlo más de cerca, pero nunca tengo tiempo. Teniendo tantas obras suyas juntas en esta muestra, fue una buena oportunidad para adentrarme en su mundo. Como siempre, la Fundación Mapfre no defrauda. Había mucha gente, pero no tanta como para no poder ver los cuadros convenientemente.
Bonnard, Los hermanos Bernheim-Jeune, 1920 (Imagen: bernheim-jeune.com) |
Me fascinan sus colores y esos interiores tan misteriosos e íntimos (íntimos, a pesar de tal colorido). Lástima que las reproducciones no reflejen toda la fuerza de sus colores, tendré que contártelo: me impresionó muchísimo el uso del verde esmeralda, está presente en sombras, reflejos, no sólo en los paisajes, sino también en la figura humana. Usa colores muy luminosos, pero potenciados por el uso de complementarios, especialmente el dúo naranja y azul. ¡Y qué azul! ¡Fíjate en el cielo que se ve a través de la ventana de los hermanos Bernheim-Jeune!
Bonnard, Desnudo en un interior, 1935 (Imagen: National Gallery of Washington) |
Es un maestro en la composición: los objetos de los bodegones están ubicados rítmicamente; la fragmentación de las figuras y la división de la superficie del lienzo evidencian, sin duda, la influencia de la composición oriental (fíjate en este cuadro…).
Bonnard, La blusa a cuadros,1892 |
Y los espejos refuerzan esa sensación de intimismo de sus interiores, incluyéndonos a nosotros, como espectadores, en ese mismo reflejo. Siempre me llamaron la atención sus telas a cuadros, unos cuadros planos, ¡que no siguen la forma del cuerpo de sus personajes!
Kandinsky, Treinta, 1937 (Imagen: Wikipedia) |
Kandinsky, Antigua Rusia, 1904 |
Kandinsky, Trama negra, 1922 |
Kandinsky, Cielo azul, 1940 |
Y a estas alturas del día, ya muy cansada, me senté para contemplar sus últimas obras: Cielo azul, que por sus figuras como crustáceos parece más un mar que un cielo; Acorde recíproco, en el que llega a la síntesis de su estilo, con una composición bien estructurada y colores y formas mínimas, calibrando perfectamente las formas con el vacío. Y Conjunto multicolor: miles de pequeños círculos dentro de una forma oscura. Éste me hizo recordar a esos pequeños cuadros de sus comienzos en Rusia, con pinceladas pequeñas de color, que había visto al empezar mi recorrido… ¿Fue para Kandinsky una vuelta a los orígenes?
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