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jueves, 9 de enero de 2025

Cuadros de noches y de lunas

Monet, El puerto de Le Havre, Efecto de noche, 1873

 

“¿Cómo se pinta esto?”

Hace unos años, en una pausa entre un taller de Pintura y otro, me puse a conversar con un colega, a quien admiro mucho. Es un retratista fenomenal (no me deja que ponga su nombre, una pena), de ésos que pintan un retrato en una hora.

Lesser Ury, Estación Bülowstrasse, 1922


No sé cómo terminamos hablando de los nocturnos. Creo que estábamos mirando algún catálogo, no recuerdo bien. Fue entonces cuando él me dijo:

“¿Cómo se pintan los nocturnos?”

Me sorprendió. Primero, porque es un pintor con muchísima experiencia y cómo puede ser que me pregunte esto… Y segundo, que yo tampoco me lo había planteado. No es algo que te enseñen cuando estudias.

Korovin, Restaurante, 1922

Nos han metido en la cabeza que hay que pintar frente al modelo, del natural. Obviamente. Las fotografías pueden ser una ayuda, pero nunca, nunca hay que pintar un cuadro copiándolas. Te puede servir como inspiración o punto de partida y nada más. Y nunca, nunca jamás, pintar a partir de una foto que hizo otra persona, pues eso implica una selección en la composición, una decisión en la que interviene la sensibilidad del que la sacó, que no es la tuya. Además, si no conoces el lugar, no tendrás consciencia de todos los matices que la fotografía elimina.

Guardi, Procesión nocturna en la
Plaza de San Pedro, 1758


La pregunta de mi colega iba en esa dirección: si está todo oscuro, ¿cómo pintamos un cuadro de noche, al aire libre? Si pones una lámpara, te cambia las condiciones de luz y tu propia percepción. ¿A partir de una foto, entonces, traicionando a nuestros principios?

van Gogh, Noche estrellada, 1889


Un nocturno alude a una pintura sobre un paisaje, de noche. ¿Podría ser un nocturno una escena de interior en altas horas de la noche? ¿Por qué no? El problema que surge (cuándo no, las etiquetas) es que, sí, pertenece al género pictórico de paisaje, pero además no es un paisaje cualquiera, pues se le agrega un detalle temporal. Cosa que no sucede con los paisajes pintados al mediodía, amaneceres y etc. Podríamos perfectamente clasificar a todos los paisajes según la hora del día en que fueron pintados o la que representan, pero eso no se nos ocurre. La noche es misteriosa: necesita una etiqueta especial.

Weir, Nocturno en el puente, s.f.


Esta denominación se derivó de los Nocturnos en Música. En un principio, en el siglo XVII, se los llamó así porque se tocaban de noche, en fiestas y eventos. Piensa en Mozart, Chopin, Mendelsohn…

Friedrich, Marina a la luz de la luna, 
1835

Por esto mismo, “nocturnos”, como subclase de los paisajes, sólo aparecen con el Romanticismo (lo vimos por aquí). Coherente, ¿no? En esa época lo oculto, lo misterioso, la melancolía era lo que daba el tono. Por supuesto, antes del sg. XIX hubo cuadros con escenas nocturnas (p.ej., en el Barroco) pero la intención del artista era otra: eran escenarios, lugares donde ocurre un suceso, pero el paisaje en sí o la hora del día no eran los protagonistas.

Marquet, Pont Neuf de noche, 1935


Whistler fue el primero que le puso este nombre a sus obras, tomándolo prestado de la Música. Debussy se inspiró en él para sus propias composiciones.

Whistler, Nocturno en azul y plata, Venecia,
1879


Te estoy mostrando todo tipo de nocturnos: de ciudad, con cielo nublado, con luna, marinas e, incluso, algunos interpretaciones abstractas. Mis preferidos: Whistler, Lesser Ury, Korovin y, por supuesto, Pissarro (lo analizamos por aquí).

Pissarro, Boulevard Montmartre de noche, 1897


¿Y cómo se hace para pintarlos? Ay. Llegamos a la conclusión de que hay que estudiar muy bien el lugar durante el día. Sacar muchas fotos, hacer bocetos. A la noche, observar detenidamente el lugar, tomar notas, ver las diferencias con respecto a las horas de sol e ir con todo ese material al taller y trabajar a partir de esto. Pintarlo en el lugar es un esfuerzo inútil. No se puede pintar a oscuras. Como te dije arriba, si pones una fuente de luz ya cambia todo. (Desde entonces, es el método que uso cuando pinto este tipo de cuadros.)

Gómez Gil, Claro de luna, 1910


A van Gogh le encantaba pintar estrellas. Se topaba con este mismo problema. Para la “Noche estrellada en el Ródano” dicen que se puso en la cabeza un casco con velas para poder pintar en el lugar e iluminar la tela. “La noche estrellada” lo pintó según lo que veía a través de la reja de la habitación del hospital. Pissarro pintó el suyo desde la ventana de su habitación de hotel.

Van Gogh, Noche estrellada sobre el Ródano,
1888

Por supuesto, también hay nocturnos en la pintura moderna, aunque, técnicamente, sea pintura abstracta o no figurativa.

Palazuelo, Nocturno, 1959


¿Cuál es tu nocturno preferido? 


Vallotton, Luz de luna, 1895


 



2 comentarios :

  1. Muy interesante, Cristina! Feliz Año 2025 y que pintes y escribas mucho!!!

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