Monet, El puerto de Le Havre, Efecto de noche, 1873 |
“¿Cómo se pinta esto?”
Hace unos años, en una pausa
entre un taller de Pintura y otro, me puse a conversar con un colega, a quien
admiro mucho. Es un retratista fenomenal (no me deja que ponga su nombre, una
pena), de ésos que pintan un retrato en una hora.
Lesser Ury, Estación Bülowstrasse, 1922 |
No sé cómo terminamos hablando de
los nocturnos. Creo que estábamos mirando algún catálogo, no recuerdo bien. Fue
entonces cuando él me dijo:
“¿Cómo se pintan los nocturnos?”
Me sorprendió. Primero, porque es
un pintor con muchísima experiencia y cómo puede ser que me pregunte esto… Y
segundo, que yo tampoco me lo había planteado. No es algo que te enseñen cuando
estudias.
Korovin, Restaurante, 1922 |
Nos han metido en la cabeza que hay que pintar frente al modelo, del natural. Obviamente. Las fotografías pueden ser una ayuda, pero nunca, nunca hay que pintar un cuadro copiándolas. Te puede servir como inspiración o punto de partida y nada más. Y nunca, nunca jamás, pintar a partir de una foto que hizo otra persona, pues eso implica una selección en la composición, una decisión en la que interviene la sensibilidad del que la sacó, que no es la tuya. Además, si no conoces el lugar, no tendrás consciencia de todos los matices que la fotografía elimina.
Guardi, Procesión nocturna en la Plaza de San Pedro, 1758 |
La pregunta de mi colega iba en
esa dirección: si está todo oscuro, ¿cómo pintamos un cuadro de noche, al aire
libre? Si pones una lámpara, te cambia las condiciones de luz y tu propia
percepción. ¿A partir de una foto, entonces, traicionando a nuestros
principios?
van Gogh, Noche estrellada, 1889 |
Un nocturno alude a una pintura
sobre un paisaje, de noche. ¿Podría ser un nocturno una escena de interior en
altas horas de la noche? ¿Por qué no? El problema que surge (cuándo no, las
etiquetas) es que, sí, pertenece al género pictórico de paisaje, pero además no
es un paisaje cualquiera, pues se le agrega un detalle temporal. Cosa que no
sucede con los paisajes pintados al mediodía, amaneceres y etc. Podríamos
perfectamente clasificar a todos los paisajes según la hora del día en que
fueron pintados o la que representan, pero eso no se nos ocurre. La noche es
misteriosa: necesita una etiqueta especial.
Weir, Nocturno en el puente, s.f. |
Esta denominación se derivó de
los Nocturnos en Música. En un principio, en el siglo XVII, se los llamó así
porque se tocaban de noche, en fiestas y eventos. Piensa en Mozart, Chopin,
Mendelsohn…
Friedrich, Marina a la luz de la luna, 1835 |
Por esto mismo, “nocturnos”, como
subclase de los paisajes, sólo aparecen con el Romanticismo (lo vimos por aquí). Coherente, ¿no? En esa época lo oculto, lo misterioso, la melancolía era
lo que daba el tono. Por supuesto, antes del sg. XIX hubo cuadros con escenas
nocturnas (p.ej., en el Barroco) pero la intención del artista era otra: eran
escenarios, lugares donde ocurre un suceso, pero el paisaje en sí o la hora del
día no eran los protagonistas.
Marquet, Pont Neuf de noche, 1935 |
Whistler fue el primero que le
puso este nombre a sus obras, tomándolo prestado de la Música. Debussy se
inspiró en él para sus propias composiciones.
Whistler, Nocturno en azul y plata, Venecia, 1879 |
Te estoy mostrando todo tipo de
nocturnos: de ciudad, con cielo nublado, con luna, marinas e, incluso, algunos interpretaciones
abstractas. Mis preferidos: Whistler, Lesser Ury, Korovin y, por supuesto,
Pissarro (lo analizamos por aquí).
Pissarro, Boulevard Montmartre de noche, 1897 |
¿Y cómo se hace para pintarlos?
Ay. Llegamos a la conclusión de que hay que estudiar muy bien el lugar durante
el día. Sacar muchas fotos, hacer bocetos. A la noche, observar detenidamente
el lugar, tomar notas, ver las diferencias con respecto a las horas de sol e ir
con todo ese material al taller y trabajar a partir de esto. Pintarlo en el
lugar es un esfuerzo inútil. No se puede pintar a oscuras. Como te dije arriba,
si pones una fuente de luz ya cambia todo. (Desde entonces, es el método que
uso cuando pinto este tipo de cuadros.)
Gómez Gil, Claro de luna, 1910 |
A van Gogh le encantaba pintar
estrellas. Se topaba con este mismo problema. Para la “Noche estrellada en el
Ródano” dicen que se puso en la cabeza un casco con velas para poder pintar en
el lugar e iluminar la tela. “La noche estrellada” lo pintó según lo que veía a
través de la reja de la habitación del hospital. Pissarro pintó el suyo desde
la ventana de su habitación de hotel.
Van Gogh, Noche estrellada sobre el Ródano, 1888 |
Por supuesto, también hay nocturnos en la pintura moderna, aunque, técnicamente, sea pintura abstracta o no figurativa.
Palazuelo, Nocturno, 1959 |
¿Cuál es tu nocturno preferido?
Vallotton, Luz de luna, 1895 |
Muy interesante, Cristina! Feliz Año 2025 y que pintes y escribas mucho!!!
ResponderEliminarGracias! Feliz 2025 también para ti!
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