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jueves, 26 de diciembre de 2024

La huída a Egipto

 

Caravaggio, La huída a Egipto, 1596

Con Caravaggio y otros tantos

Belén y el Nacimiento, la adoración de los Magos y la de los pastores, Herodes y la matanza de los inocentes. Son todos sucesos que rodean al hecho del nacimiento de Jesús. ¿Cuántos cuadros hemos recorrido que hacen alusión a estos temas? Unos cuantos.

Pero hay uno del que todavía no te he hablado: la huida de José, María y el Niño, ante la amenaza de Herodes de matarlo. Si uno se pone a pensar, ¡qué mal tipo era! ¡Mandar a matar a todos los niños de menos de 2 años para que uno de ellos no le quite su trono! Demasiada crueldad (lo vimos por aquí, si quieres releerlo).

Tintoretto, La matanza de los inocentes, 1532

¿Y qué harías tú si te enteras de que tu niño corre peligro? A José se le apareció en sueños un ángel que lo puso al tanto y partió hacia Egipto. No era descabellado: allí había una comunidad judía de apoyo. El viaje no era fácil: había que cruzar el desierto.

En estos detalles se apoyaron todos los artistas que abordaron esta historia.

Rubens, La huída a Egipto, 1614


Sin duda, la obra más llamativa es la de Caravaggio. ¿Qué hace ese ángel en el medio del cuadro y dándonos la espalda? Está tocando música, ¿por qué?

Bueno, ya sabes, Caravaggio era un genio, pero un genio díscolo, prepotente y desafiante. Nada en él es de una sola lectura: siempre hay algo más.

El ángel divide en dos el cuadro y es la figura más luminosa. Sus alas son negras, de golondrina. Es de noche. La Sagrada Familia se está escondiendo y descansando un rato. Están en medio de un paisaje y no en el desierto, como sería lo esperable. José le sostiene la partitura al ángel. La Virgen y el Niño duermen, agobiados. Es una escena muy tierna, ¿no crees?

¿Qué música está tocando el ángel? La partitura está perfectamente descrita en el cuadro: se trata de un motete sobre el libro del Cantar de los Cantares, “Quam pulchra est”. Algunos críticos suponen que la persona que encargó este cuadro tenía mucha afición por la música. Otros dicen que en los autos sacramentales aparecía siempre un ángel músico, para amenizar la representación; no sería nada extraño que Caravaggio tome a éstos como fuente de inspiración.

Pero hay algo más, como ocurre siempre con este pintor. La idea del ángel de espaldas la tomó del “Juicio de Hércules”, de Carracci, su gran rival, que lo había pintado para los techos del Palacio Farnese en Roma. En la obra de Carracci, la figura de espaldas representa al Vicio. Hércules debe decidir si debe seguir el camino de la virtud o del vicio. Caravaggio reinterpreta a esta figura: la despoja de su carácter “vicioso” y la convierte en un ángel. Un dardo, enviado sutilmente a su archienemigo.

Carracci, El juicio de Hércules, 1596

En el suelo, Caravaggio ha diseminado diferentes objetos. Del lado de José, piedras, que indican el camino de penurias que están llevando; del lado de María, plantas con significados varios, como el laurel (la virginidad de María) y la rosa (la Pasión). Es como si pudiéramos leer el cuadro de izquierda a derecha, como un camino que va desde las dificultades a la esperanza.

Caravaggio no fue el primero en pintar la huida a Egipto. Giotto, en la Capilla de los Scrovegni, ya lo había mostrado: María, sobre el asno, con el Niño.

Giotto, La huída a Egipto, fresco
Capilla de los Scrovegni, Padua, 1306
Go


Carpaccio continúa con el esquema tradicional. ¡Mira el paisaje y el manto de la Virgen!

Carpaccio, La huída a Egipto, 1500


Fra Angelico, en 1451, pintó escenas de la vida de Jesús en las puertas del llamado “Armario de los plateros” y aquí tienes su “huida a Egipto”.

Fra Angelico, La huída a Egipto, 1451, 
temple, Armario de los plateros


Lorenzo Lotto en 1529 enfatiza en la situación de peligro y tener que esconder al Niño. Aparece Santa Justina, mártir, como símbolo de la firmeza ante la persecución.

Lotto, Descanso en la huída a Egipto 
con Santa Justina, 1529


Durero representó también esta escena en su serie de “Los 7 Dolores de María”.

Durero, La huída a Egipto, Los
7 Dolores de María, 1495


En el ámbito de los Países Bajos, Brueghel nos lleva a un paisaje increíble, con unas figuras mínimas; no hay referencias al desierto, es un paisaje ideal. Patinir, en cambio, traslada la historia a su tiempo.

Brueghel-Rottenhammer, La huída a Egipto,
óleo sobre cobre, s.f.


¿Ves? Caravaggio tenía muchos ejemplos en donde inspirarse y, sin embargo, renueva totalmente la representación tradicional de esta historia.

Patinir, Paisaje con la huída a Egipto, 1515


Luego de esta obra tan extraña, otros artistas hicieron también su aporte. Rubens y Rembrandt nos proponen una escena nocturna, con San José precavido y con miedo. 

Rembrandt, La huída a Egipto, 1627


En cambio, mira la versión de van Dyck: es María la que está recelosa ante lo que pueda pasar.

van Dyck, Descanso en la huída a 
Egipto, 1630

En España, Murillo toca el tema varias veces y lo escenifica en su tierra, con personajes que bien podrían ser sevillanos, contemporáneos suyos. Y Poussin nos muestra la variante francesa: aquí tienes a la Sagrada Familia, en su vida de exilio.

Murillo, La huída a Egipto, 1650


Una misma historia, contada por artistas tan diferentes, de lugares y épocas tan distantes entre sí. Todos han puesto una parte de su sensibilidad, de su interpretación. Un niño amenazado y una familia en huida hacia un país extraño.

Poussin, La Sagrada Familia en Egipto, 1655


Fuentes: Graham-Dixon, A. Caravaggio: una vida sagrada y profana.

Barcelona, Taurus, 2010

König, E. Caravaggio. Barcelona, Tandem V., 2007

 

 

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