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jueves, 18 de enero de 2018

Duelo a muerte



4to contraste: los colores complementarios
5to: contraste simultáneo

Hoy seguimos con nuestra serie de cómo combinar colores, según los 7 contrastes de Itten. (Si te perdiste los artículos anteriores, te pongo los links debajo)

En el 4to puesto Itten habla de los colores complementarios. Te lo expliqué una vez (pincha aquí), pero vale la pena repetirlo. Son los colores que están diametralmente opuestos en el círculo cromático. 


O sea: un color primario y su opuesto es un secundario, rojo-verde, amarillo-violeta, azul-naranja. Aunque esto se puede extender a cualquier color (p.ej.: amarillo verdoso-rojo violáceo) el efecto que te quiero explicar ahora se ve mejor en las parejas primario-secundario.

(Imagen: mein-schoener-garten.de)
Si juntas un rojo y un verde que tengan la misma luminosidad, éstos se potencian mutuamente. No hay contraste de color que vibre tanto como éste. Este efecto se conocía desde antiguo. Es algo que se ve en la naturaleza a menudo.





En cada pareja están presentes los 3 colores primarios: rojo/ amarillo+azul (=verde) , amarillo/rojo+azul (=violeta) y azul/amarillo+rojo (=naranja). Por esta razón, si mezclamos 2 colores complementarios entre sí, se anulan. Mueren vencidos en su propia batalla. 

Fra Angelico, Nacimiento de San Nicolás, 1437
La mezcla se convierte en un gris parduzco, lo que llamamos en pintura “una mezcla sustractiva”. Es la mejor manera para apagar un color. O como decimos los artistas: “quebrarlo”, “ensuciarlo”, “romperlo” o peor, “matarlo” (¡como ves, este oficio está lleno de metáforas muy descriptivas!).

Bonnard, Los hermanos Berheim-Jeune, 1920

Este contraste está basado más bien en la constitución del ojo y el proceso de ver, más que en el color mismo. ¿Por qué ocurre esto? En el artículo anterior (ver aquí) te expliqué que en nuestros ojos tenemos unas células fotosensibles que se llaman conos y que las hay de 3 clases: las que perciben las ondas correspondientes al rojo, al azul y al verde. 










Haz una prueba: mira algo rojo sobre un fondo blanco fijamente durante un largo rato y desvía tu vista hacia algo blanco. Verás esa misma imagen flotando en tu vista, pero de color verde. A esa imagen la llamamos “imagen persistente”. Por eso una de las definiciones de complementarios dice que son colores acompañados de su “imagen persistente”.

Van Gogh, Terraza de café a la noche, 1888
Lo mismo pasa con las otras parejas de complementarios, pero son menos poderosas. Al dúo amarillo-violeta se le agrega el contraste de claro-oscuro.

¿Qué es lo que está pasando? Nada, no pasa nada, no tienes ningún problema en la vista. Ocurre que cuando miras algo rojo, se activan las células correspondientes al rojo; al rato de mirar esas células se fatigan y se activan las del verde. El efecto está en nuestros ojos, no en el color del objeto, por eso es  imposible tratar de reproducir esa vibración en fotografías. Cuando pintamos con complementarios, los artistas tenemos que tomar en cuenta ese problema.







Y ya que venimos hablando de cómo usamos estos contrastes en la vida diaria, te menciono 2 casos: 1) en maquillaje usamos corrector verde para esconder rojeces (o amarillo para tapar ojeras violetas) y 2) los textiles de las salas de operaciones son de un verde tal que neutraliza el color rojo de la sangre del pobre paciente (de esta manera la “imagen persistente” no influye en el campo visual del cirujano).

Seurat, El Sena desde la Grand Jatte, 1888

Los impresionistas, postimpresionistas, fovistas, expresionistas, todos eran muy conscientes de estos contrastes: su libro de cabecera era el de Chevreul (ver aquí), que se había dedicado a investigarlo. Pero el que tiró más de la cuerda fue Seurat, el puntillista (ver aquí). Su técnica se basaba en la descomposición de los colores en pequeños puntos aprovechándose de lo que llamamos la “mezcla óptica”. Es decir: la mezcla de los colores está en nuestros ojos, no en la paleta. Esto era una derivación de la técnica impresionista, no la inventó él, sólo la llevó a su extremo. 

Newman, El nombre I, 1949
¿Cuál es el problema de esto? Cuando te acercas a un cuadro suyo, ves sólo puntitos; te vas alejando y comienzan a aparecer las formas… Pero si te alejas a más de 1 metro y medio, tus ojos comienzan a mezclarlo todo y comienzas a ver un velo gris flotando entre el cuadro y tú. Fue un experimento que se quedó ahí. Al menos, en pintura, pues este artículo que estás leyendo en tu pantalla está lleno de pequeños puntitos de luz (los famosos pixeles), que se basan en este principio de la “mezcla óptica”.


El Greco, Resurrección,
1605-1610
Itten pone en el 5to puesto al contraste simultáneo, que también tiene que ver con esto de la imagen persistente. También se lo llama “contraste sucesivo”. Éste se refiere al hecho de que un color puede parecer diferente según sea el entorno en el que esté. Se da especialmente entre los grises (valores) y colores. Supongamos que un gris está sobre un fondo blanco y sobre un fondo amarillo. Este 2do gris tendrá matices violáceos por la proximidad del amarillo. Los 2 grises son iguales pero se ven diferentes.

El ejemplo más notorio de este tipo de contraste en pintura son las obras de El Greco.






Albers, Hacia adelante, 1926





Los que han investigado este efecto óptico son los artistas cinéticos, los del “Op-Art” (de este movimiento hablamos aquí).








(Imagen: C. del Rosso)



¡Y hay que ser bastante atrevido para vestirse en contraste de complementarios! Si te gusta esta combinación de colores, que no tengan los 2 la misma importancia, ¡por favor! Sólo un detalle que dé más vida al conjunto y listo.




(Imagen: C.del Rosso)










En el caso del contraste simultáneo, un look total en gris resucita con un toque de color.






(Imagen: ozhome.com)

Lo mismo ocurre con la decoración de interiores: sería imposible vivir dentro de una habitación con la misma proporción de verdes y rojos. O huyes en cuanto puedes para evitar un ataque de nervios o comienzas a ver fantasmas grisáceos flotando (imágenes persistentes, por supuesto). Por eso, en estos casos hay que lograr un balance en cuanto a las proporciones. 




(Imagen: bettertogetherhome.com)






¡Y una habitación toda en gris adquiere otra dimensión con algunos focos en color!









(Imagen: C.del Rosso)


Y no nos olvidemos de nuestra mesa: 1) rojo y verde, una buena combinación de colores para Navidad; 












(Imagen: C.del Rosso)

2) no es muy usual vestir la mesa en gris… pero, ¿por qué no?


Fuentes: Albers, J. La interacción del color. Madrid, Alianza, 1998
Itten, J. Kunst der Farbe. Leipzig, Seemann, 2000
Llewelyn-Bowen, L. Design rules. London, Contender Books, 2003











Los otros tipos de contrastes los encuentras en estos enlaces:
Convivencia inestable (Introducción)
Los colores son pura energía (1er contraste, colores puros)
Luces y sombras (2do contraste: colores claros y oscuros)
Una cuestión de temperatura (3er contraste: colores cálidos y fríos)

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