Anónimo, Asesinato de Thomas Becket, St.Ouen, Rouen, sg. XIV-sg.XVI |
La historia de Thomas
Becket
Perdón, el título lo tomé
prestado. “Asesinato en la Catedral” es una obra de Eliot que se basa en la
misma historia que te quiero contar hoy: el asesinato de Thomas Becket, en la
Catedral de Canterbury.
Pues sí, es un suceso histórico,
así que todas estas representaciones artísticas que te presento valdrían como
pintura histórica (hablamos de esto por aquí). (Aunque, al ser un santo y
mártir… sería pintura religiosa, ¿no?)
Anónimo, Martirio de Sto. Tomás Becket, miniatura, códice Harley, Salterio, 1220 |
Me topé con la imagen de arriba
hace unos años, preparando unas clases sobre arte medieval. Me cuesta: siento
que es una época que se me escapa, que no la puedo abarcar cabalmente. Sin
embargo, Thomas Becket quedó en la planificación de artículos por escribir,
esperando a que le llegue su hora.
Te voy a llevar al sg. XII, a Inglaterra, y más precisamente, al 29 de diciembre de 1170. Los protagonistas serán Becket y el rey, Enrique II. Ambos eran muy amigos a pesar de las diferencias sociales. Becket era arrogante y vanidoso, ávido de escalar posiciones; tenía una inteligencia y comprensión fuera de lo común. Había estudiado en una abadía de Francia y completado sus estudios en la Universidad de Bologna. El rey confiaba en su amigo, era un aliado y un colaborador fiel, hasta tal punto que llegó a nombrarlo canciller.
Anónimo, Enrique II de Inglaterra, ca. 1620 |
Enrique II, como todos los reyes
de esa época, buscaba el poder absoluto. Le molestaba que la Iglesia tuviera
ciertos privilegios. Cuando el arzobispo de Canterbury murió en 1162, designó a
Becket en su lugar y mantendría su cargo como canciller. A través de él podía
controlar a los clérigos. Éstos tuvieron que callar su ira: se esperaba que
Gilbert Foliot ocupara el cargo. En compensación, el rey nombró a éste
arzobispo de Londres. Sorpresivamente y en contra de la voluntad del rey,
Becket renunció al puesto de Lord Canciller.
Anónimo, Sto. Tomás de Canterbury, Horas de De Grey, 1390 |
Becket sufrió una transformación
(o conversión, mejor dicho) en cuanto asumió como arzobispo. Donó todas sus
riquezas a los pobres y se volcó en la oración. Esto no le gustó nada al rey y
se apoyó en Foliot. El enfrentamiento de Becket contra el rey se produjo a
cuenta de la intención del soberano en avanzar sobre las prerrogativas de la
Iglesia. Insistía en que los sacerdotes debían ser juzgados por tribunales
civiles (y así poder tenerlos bajo su control), mientras que Becket afirmaba
que ellos se debían a Dios y al Papa, por lo tanto, les correspondía un
tribunal eclesiástico. Esto fue tomado como una traición y desobediencia a la
autoridad del rey.
Anónimo Sto. Tomás Becket, ábside de Sta. María, Terrassa, sg. XI |
Becket se exponía a un juicio y
se exilió a Francia y allí estuvo durante 6 años. El Papa Alejandro III lo
apoyaba y Luis VII de Francia lo protegió. Ante la amenaza del Papa de
excomulgar al rey inglés, finalmente éste tuvo que ceder y aceptó el regreso de
Becket, asegurándole que restauraría sus derechos como arzobispo. Sin embargo,
antes de llegar, Becket excomulgó al arzobispo de York y a dos obispos que
habían confabulado contra él, tratando de conseguir el favor de Enrique II. Por
supuesto, esto a los involucrados no les cayó para nada bien.
Anónimo, Inicial G, Thomas Becket, Misal de Thomas James, 1434 |
Becket llegó en diciembre y fue
aclamado por el pueblo y sacerdotes afines. Pero había otro grupo que se la
tenía jurada y fueron con el cuento al rey. Enrique II se enfureció al conocer
la noticia y dicen que exclamó:
“¡Nadie me va a sacar de encima a
este sacerdote turbulento!”
Eso dicen. Vaya a saber si es
cierto. El resultado fue que cuatro caballeros (Fitzurse, de Tracy, de Morville
y Le Breton) se confabularon para matar a Becket. No se sabe si la orden fue
dada por el rey o fue la consecuencia directa de su exabrupto.
Claustro de la Catedral de Canterbury |
El 29 de diciembre de 1170 Becket estaba con Edward Grim, a quien acababa de conocer y que fue testigo
directo de los hechos (por eso sabemos exactamente qué pasó). Dicen que, mientras el arzobispo estaba arrodillado rezando, uno de los soldados le golpeó
el hombro con la espada, pero éste ni se inmutó. Intentaron apresarlo y
llevarlo fuera de la catedral, pero Becket se defendió; se aferró a una columna
de la iglesia. Grim quiso defenderlo pero lo hirieron y terminó escondiéndose
junto con los otros monjes. Acto seguido, uno de ellos le rebanó una parte de
la cabeza con la espada y el resto continuó con el ataque. A la tercera
estocada murió.
Anónimo, Thomas Becket, Libro de Horas, 1500 |
Nadie supo qué hacer después. Conmoción total. La gente comenzó a recoger la sangre de Becket del suelo, convencida de que era la de un santo. Las curaciones milagrosas no tardaron en llegar.
Enrique II, en cuanto se enteró,
se dio cuenta de lo que había provocado e hizo penitencia y ayuno. Becket fue
declarado santo y mártir al poco tiempo de su muerte. Su tumba en Canterbury
fue destino de peregrinación constante. (Hoy ya no existe, aunque está marcado
el lugar donde fue asesinado.)
Bueno, ésta es la historia que
está detrás de esta miniatura. El suceso conmocionó a toda Europa: aparece en
pinturas y distintas manifestaciones artísticas en distintos países, muy lejos
de Inglaterra.
En sí esta miniatura es
típicamente gótica: figuras esquemáticas, sin modelado; hay gestos
individualizados, no hay sombras, no hay perspectiva lineal. El ilustrador
trata de sugerir el volumen de la Catedral como puede. (Si quieres conocer más
sobre el Gótico, pincha aquí.)
A Sto. Tomás Becket se lo recuerda
el 29 de diciembre, día de su muerte, tanto por la Iglesia Católica como por la
Anglicana.
Un asesinato en la Catedral.
Parece tan actual… ¡y esto ocurrió hace 8 siglos!
Fuentes: Geiss, I. Geschichte griffbereit. München, Wissen Media V., 2002
Holmes, G. The Oxford History of Medieval Europe,Oxford, Oxford Univ. Press, 2001
Staunton, M. The lives of Thomas Becket, Manchester, Manchester Univ. Press, 2001
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