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jueves, 6 de febrero de 2025

Un hotel para los discípulos de Monet

 

(Imagen: Hotel Baudy)


Hotel Baudy, Giverny

¿Me acompañas a Giverny a visitar a Monet? ¿Dónde nos alojaremos?

Pues hay un hotel que es muy acogedor y que tiene mucha historia. Se trata del Hotel Baudy.

(Imagen: Hotel Baudy)


Hace un tiempo te conté cómo el Impresionismo se extendió a muchos países, principalmente por aquellos artistas extranjeros, que, atraídos por París y las novedades artísticas, viajaron hasta allí para estudiar las nuevas técnicas. Un grupo de ellos, bastante significativo, fue el de los estadounidenses (lo vimos por aquí). No fueron los únicos, pero quizás el grupo más homogéneo y más cercano a Monet.

Cabot Perry, El jardín de Monet en Giverny,
1897


Cuentan que Metcalf andaba buscando alojamiento en la zona, pues pensaba pintar en los alrededores y encontró este hotel. Allí se enteró de que Monet vivía cerca. Otros dicen que fue Weir, pero tenemos que hacerle caso a los Baudy, que son los que tienen los libros de registro de huéspedes.

Breck, M. Baudy en su escritorio, 1888


Metcalf había llegado a Francia en 1883, como tantos otros, para profundizar su formación artística. Había estudiado en la academia de Boston y le interesaba pintar paisajes. En París estudió con varios maestros, pero siempre con un aire realista, a la manera de la Escuela de Barbizon (lo vimos por aquí).

(Imagen: Hotel Baudy)


Si alguna vez has pintado al aire libre, sabrás que antes de ponerte a pintar siempre conviene hacer un recorrido por la zona y buscar el motivo que te cautiva para plasmarlo en la tela. En ésas estaba Metcalf, recorriendo Giverny, allá por 1886. Buscaba un lugar donde dormir y encontró este pequeño almacén y bar de pueblo, regenteado por Angéline y Lucien Baudy. Le habilitaron un pequeño cuarto y lo atendieron muy bien, con ricos desayunos. Cuando Metcalf volvió a Giverny ya no estaba solo, llegó con sus colegas, y así se fue corriendo la voz de que hay una posada muy sencilla pero muy hogareña y barata. Ante la creciente cantidad de artistas que les tocaban la puerta, los Baudy lo convirtieron en un hotel en 1887.

Robinson, El bar del hotel Baudy, 1888


Monet vivía a unas pocas calles. Y ya sabes, pueblo chico… Monet los invitaba a su casa. No se sabe exactamente cuándo Monet invitó a Metcalf y sus amigos; en cambio, sí sabemos, por el diario de Robinson, que Butler y él estuvieron cenando con el maestro el 3 de julio de 1892. El pueblo, dada la presencia de Monet, se convirtió en un polo de atracción para todos los pintores pleinairistas, especialmente para los americanos. Muchos compraron propiedades allí, como, p.ej., Butler.

Robinson, Giverny, 1889


Los Baudy los recibían con mucho cariño. Angéline se esmeraba en prepararles comidas americanas, para que se sintieran como en casa. Allí se hacían fiestas con bailes y picnics, se organizaban las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Obviamente, también la cena de Acción de Gracias. Se jugaba al tenis en canchas improvisadas. Hasta que en 1900 un americano que organizaba los torneos construyó unas más apropiadas.

Anderson, Cancha de tenis en el Hotel
Baudy, 1910


Incluso los dueños dispusieron un taller en el local, que todavía existe, y ofrecían en su almacén telas de París para los artistas, necesitados de materiales.

(Imagen: Hotel Baudy)


(Imagen: Hotel Baudy)

Por el Hotel Baudy pasaron Sargent, Cézanne, Cassatt, Robinson, Butler, Renoir, Sisley, Pissarro, Rodin, Breck… Muchos de ellos viajaban desde Estados Unidos a Giverny en los veranos, para iniciar su campaña de pintura al aire libre. Lilla Cabot Perry fue a visitar a su amigo Monet durante 9 veranos con su marido. Robinson, muy amigo de Monet, directamente se quedó en Giverny durante 8 años.  Friesecke hizo lo mismo: se quedó 13 años.





Butler también desarrolló una gran amistad con el maestro, hasta tal punto que se casó con su hijastra, Suzanne. Monet no estaba de acuerdo con esta relación, pero finalmente aceptó, pues los Butler eran gente de dinero. Robinson asistió a la boda y parece que los Monet la organizaron con todo. Celebración en el ayuntamiento y luego, en la parroquia. Monet llevó a la novia al altar. ¡La fiesta duró hasta la mañana siguiente! Lamentablemente, Suzanne enfermó de leucemia y murió al poco tiempo, dejando a su marido el cuidado de sus dos hijos pequeños. Marthe, su cuñada, se ocupó de criarlos. Cuando Butler quiso volver a Estados Unidos en 1900, se casó con Marthe y partieron juntos.

Robinson, La marcha nupcial, 1892


A sus discípulos americanos Monet no les daba clase, pero los ayudaba y les aconsejaba. A ellos sólo les bastaba con verlo trabajar. ¿Te imaginas? Le tenían un respeto enorme: no lo molestaban cuando lo veían pintar.

El hotel Baudy pasó a ser llamado “el hotel de los americanos”. Todavía existe y sigue en poder de la misma familia.


Fuentes: Argan, G.C. Die Kunst des 20. Jahrhunderts 1880-1940

Berlin, Propyläen V., 1990

Honour, H.-Fleming, J. Weltgeschichte der Kunst, Munich, 1983

Joyes, C. Monet’s table. New York, Simon & Schuster, 1989 

Walther, I.F. Malerei des Impressionismus, 1860-1920. 

Köln, Benedikt Taschen V., 1996; tomo II

web del hotel Baudy

 

 


 

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