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jueves, 2 de junio de 2016

Marrones y rojos que son amarillos

Los nombres de los colores 
(3ra parte)

(Te lo advierto: esto es muy confuso)

(Si te perdiste los artículos anteriores sobre el tema pincha aquí y aquí)

Cierva, Altamira, 15000-12000 a.C.

Con los marrones el asunto se vuelve más complicado. Los pintores los llamamos “tierras” porque son minerales naturales. Pero no son marrones del todo.

Nuestros antepasados cavernícolas, los primeros pintores de la historia, además del carbón y la tiza, tenían a la mano muchos minerales para hacer colores, que usaban en trozos o molidos.



Tapiès, Marrón y ocre, 1959
El ocre (PBr24) (1) es uno de ellos, el color más antiguo de nuestra paleta. Es un pigmento que se encuentra en todos los continentes. El mejor viene de Turquía y de Francia; Australia toda está llena de ocre y juega un papel fundamental en la vida de sus aborígenes. “Ocre” viene del griego y significa “amarillo pálido”, por eso los tubos vienen rotulados como “Ocre amarillo”. Pero es un “tierra”: es un mineral.

Tenemos Tierra Siena Natural y Tostada (PR101). La natural es muy parecida al ocre. Y la tostada es la natural calentada: al tener hierro en su composición, se vuelve rojiza. Se llama así porque se extraía en Siena, pero existe también en otras partes.




Lo mismo pasa con la Tierra Sombra Natural y la Tostada. Se la llama así porque se la usaba para las sombras, aunque es probable también que se refiera a la región italiana Umbría (“umbra” en italiano=sombra). Hasta la revolución de los impresionistas, todas las sombras de los cuadros se hacían con estas "tierras".

Corot, Verja a la sombra de los árboles, sg.XIX

Van Dyck, Retrato de familia,
1621


¿Y la “Tierra verde”?  Es verde, claro, pero es “tierra”, porque también es un mineral natural, malaquita. Los romanos ya la usaban para pintar diferentes tonos de piel, además de contrarrestar a los malos espíritus. Otro marrón es el Sepia: esto es más fácil, es tinta de calamar. Y el Van Dyck es en honor a este pintor holandés y, por extensión, a todos los pintores holandeses barrocos que lo usaron: es sólo un tipo de carbón con tintes marrones.






Hay otros amarillos con nombres raros. Si has usado alguna vez el amarillo indio, verás que es muy transparente e intenso: aunque no lo creas, era orina de vacas hindúes que eran alimentadas sólo con hojas de mango y no bebían agua. Cuando la vaca orinaba se juntaba todo eso haciendo una bola de barro y se vendía así. Se dejó de hacer en 1921 para no torturar más a las pobres vacas.

Marc, La vaca amarilla, 1911

Se decía que el amarillo de Nápoles era originario del Vesubio y por eso el nombre. El Amarillo de Nápoles rosado o verdoso consiste en matices que adquiere al ser sometido a distintas temperaturas.  

Casa de Lucrecio, Pompeya, I d.C.
Algunos rojos son minerales: por ejemplo, la “Tierra Pozzuoli”, una arcilla con hierro de zonas volcánicas. El rojo de Pompeya alude al rojo de los murales que se encontraron allí, aunque ¡el color original era ocre! Tal cual: ¡se convirtió en rojo por el calor de la erupción del Vesubio!  

Otros rojos vienen de insectos o de plantas. “Carmín” (PR176) alude al quermes, un insecto, que al aplastarlo suelta una sustancia roja muy penetrante. En realidad, sólo sus hembras y cuando llevan huevos dentro. Cuando se descubrió América se hizo popular la cochinilla mexicana; España tenía el monopolio y por eso se llamó durante mucho tiempo “rojo de España”. Hoy nuestros tubos traen carmín sintético; el natural se sigue usando como colorante alimenticio (E20) o en cosmética. Y la laca carminada alizarina, otro nombre bien raro, es un carmín que se logra a partir de la rubia o granza, una hierba que se encuentra en toda Europa y Oriente. De ahí que también lo encuentres por ahí como “carmín de granza”. La alizarina es un componente químico que lo hace más estable.   


Kupka, Carmín 2, 1908
¿Y el bermellón (PO73)? El nombre deriva de vermis (gusano, en latín), en alusión al carmín de quermes, que en realidad es un insecto. A veces se lo llama Rojo chino porque el mejor era el de allí. Consiste en un mineral, el cinabrio, un compuesto de mercurio y azufre. Y muy venenoso, por cierto. Pero el cinabrio, ¿no era verde?

Otro día te lo cuento. Y si quieres saber el por qué del nombre de algún color, dímelo y te lo cuento.

Fuentes: Doerner, M. Malmaterial und seine Verwendung im Bilde. Stuttgart, Enke V. 1989;
Finlay, V. Colores. Barcelona, Océano, 2004;
Heller, E. Wie Farben auf Gefühl und Verstand wirken. München, Droemer V., 2000;
notas personales





[1] Éstos son los códigos correspondientes a estos pigmentos, ver post anterior. No cito los códigos de los colores que son mezcla de varios. Si pinchas en los nombres de los colores, podrás verlos en la página de vasaricolors.com

2 comentarios :

  1. estamos observando todo atentamente con Nelly, a ver si nos desburramos...

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  2. ¡Qué bueno que lo vean juntos!!!! Si les queda alguna duda, díganme...

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