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jueves, 1 de octubre de 2015

Una pequeña ayudita

Máquinas de dibujar

Elinga, Caja de perspectiva, 1660

Cuando te enfrentas a una vista de Venecia pintada por Canaletto, lo primero que se te pasa por la cabeza es pensar: “¿Cómo lo hizo?”. Son cuadros pequeños, portátiles, para que se lo lleven los ingleses del Gran Tour, y de una precisión imposible. Tan precisos que podríamos ubicarnos justo en el lugar desde donde los ha pintado y volverlos a pintar. Claro, Venecia no ha cambiado mucho desde el sg. XVIII.




Cámara oscura (Wikipedia)
Pero, ¿cómo hacía? Sabemos que usaba la cámara oscura, la tatarabuela de nuestras cámaras fotográficas. Consta de un juego de lentes y un espejo en 45°, con los cuales la imagen a dibujar se refleja en el papel. Una ayudita para lograr que sus “vedute” sean lo más fieles a la realidad y que sirvan, de paso, como souvenir de viaje.






Durero, 1525
Desde que los artistas sintieron la necesidad de plasmar la realidad tal como se la ve y aplicaron en sus obras los conocimientos geométricos, la perspectiva, buscaron herramientas que les facilitaran el trabajo. Hoy llamaríamos a esto “adelantos tecnológicos”. 
Estas investigaciones se desarrollaron desde muy temprano en el ámbito de la Óptica: el sabio árabe Alhacén, a partir de Aristóteles, pone la base. Más adelante, Roger Bacon, en la Edad Media, pero sólo a partir del Renacimiento se aplicarán estos conocimientos al desarrollo de aparatos que sirvan para dibujar. Brunelleschi y Alberti, ambos arquitectos, y cuándo no, Leonardo, experimentaron con lentes. Durero también estaba preocupado por estos temas y deja constancia en sus escritos sobre su invención: un aparato con una rejilla que servía como cuadrícula.

Elinga, Interior con pintor, dama leyendo y criada limpiando,
1665
Los que más avanzan en esto son los holandeses. Sabemos que usaban la cámara oscura. No era un invento nuevo, porque ya se conocía en la Edad Media y el Renacimiento, pero son ellos los que desarrollan una lente biconvexa, bien pulida, que da una imagen nítida, y la incorporan al aparato. Si te fijas en los bordes del cuadro de Elinga, verás que las líneas son curvas y que no responden a una perspectiva lineal a la italiana (por llamarla de alguna manera). 









Vermeer, La lección de música (detalle),
1662
No sabemos mucho de Vermeer, pero podemos afirmar que él la usaba. Fíjate en el espejo de este cuadro: allí se ve reflejada la parte inferior de su cámara oscura; podemos incluso imaginarnos dónde estaba ubicado al dibujar. Además, era amigo de Leeuwenhoek, quien desarrolló el microscopio: podríamos imaginarnos sus conversaciones sobre el uso de las lentes… En 1686 Zahn construye una cámara oscura portátil y allí lo tenemos a Canaletto instalándola frente al Gran Canal. Pero no a todos les gustaba que la gente los viera usándola: los artistas temían que alguien pusiera en cuestión su habilidad… Y de hecho, ¡Sir Reynolds llevaba una que, al plegarse, ¡parecía un libro!








Hoogstraten, Vista de un
pasillo, 1662 (Wikipedia)
Pero no sólo hay cámaras oscuras. Hay aparatos inimaginables, como las llamadas “cajas de perspectiva”: unas cajas en las que puedes ver escenarios con distintos puntos de vista, una maravilla del ingenio. Hoogstraten, el discípulo de Rembrandt, había logrado tal perfección al pintar esta escena en la puerta de un armario, que un visitante creyó que era un pasillo real.
Velázquez tenía en su taller espejos e instrumentos de medición (y unos cuantos libros sobre Óptica). Los espejos se usaron desde siempre, y si no, fíjate en el del Matrimonio Arnolfini de Van Eyck.












Espejo de Claudio, 1775
(Victoria & Albert Museum)



Otro famoso es el espejo de Claudio, por Claudio Lorena: un cristal pintado de negro con el que se puede revisar el valor de los colores de lo que estamos pintando.











Cámara lúcida, 1807
(Wikipedia)
Para mí, la más interesante es la “cámara lúcida”. Es más difícil de usar, pero más transportable.











Actualmente, muchos artistas usan proyectores para trasladar una imagen al lienzo. Esto es sólo acudir a una fotografía que tenemos archivada en nuestros teléfonos o computadores. Piensa que ya Delacroix, Ingres o Degas usaban fotos para pintar…, claro que éstas no con la nitidez y pixeles a los que estamos acostumbrados hoy.
Así como Sir Reynolds escondía su “camera obscura” en el sg. XVIII, hoy en día no todos los artistas quieren reconocer que recurren a estas pequeñas ayuditas... 


Canaletto, El Gran Canal, 1740

Fuentes: Hockney, D. Secret Knowledge. London, Thames & Hudson, 2009;
Nerdinger, W. Elemente künstlerischer Gestaltung. München, Martin Lurz V., 1986;
Panofsky, E. La perspectiva como forma simbólica. Barcelona, Tusquets, 2010;
notas personales


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