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jueves, 5 de agosto de 2021

Frutas de verano


Kahlo, Viva la vida, 1954

De vacaciones                                                        

Ay, con este calor no da ganas ni de comer… ¿Qué tal una fruta?

Creo que tenemos sandías… Bien fresquitas y calman la sed. Pura agua encerrada en una pulpa roja y costra verde… ¿No te gustan las sandías? (Sí, conozco a varios…) Pues el verano es pródigo en ricas frutas. ¡Hay para elegir!

Rivera, Sandías, 1957

A ver, ¿con qué empezamos? Con las sandías, naturalmente (te enseñé a pintarlas por aquí). Para esto, los especialistas son los mexicanos. Rivera aporta lo suyo: contundentes, enormes, apabullan con su sola presencia. Tamayo las reduce a su propia esencia: en un fondo rojo vibrante adivinamos por las formas de qué se trata. 

Tamayo, Sandías, 1969

Frida Kahlo pintó estas sandías: fue su último cuadro. El dolor y la enfermedad pudo con ella; sin embargo, exclamó hasta el final “Viva la vida”. La fruta como símbolo del poderío de la naturaleza, del sol y la vida.

Botero, bueno, fiel a sí mismo las pinta bien rotundas, poderosas y hasta simpáticas: parece como si estuviesen sonriendo, ¿no?

Botero, Sandía, 1998

En el siglo XVIII tenemos a Meléndez, gran pintor de bodegones, al que llamaban “el Chardin español” por pintar cuadros con atmósferas semejantes a ese pintor francés. Es curioso que las ubique en medio de un paisaje tormentoso, mientras ellas mismas están iluminadas con una luz potente de mediodía. Fíjate cómo las dispone, en una composición en diagonal, y con tanto detalle que podríamos ver cuántas tajadas ya se han comido…

Meléndez, Sandías y manzanas en un paisaje, 1771


Si prefieres melones… (¡Qué rico!) Una cena liviana con melón y un buen jamón, ¿qué te parece? Si los prefieres, también tenemos a un Meléndez por ahí. Casi una calabaza (¡son de la familia!). Con estos cuadros podemos ver cómo se desarrolló la horticultura, cómo cambiaron en el tiempo las frutas que conocemos hoy.

Meléndez, Bodegón con melón y peras, 1770


Murillo, Niños comiendo uvas y
melón, 1650
 Mira a los niños mendigos de Murillo: uvas y melones; ¡los comen con muchas pero muchas ganas! 












Si buscamos melones con no tanta pinta, mira el de Monet o el de Caillebotte

Monet, Naturaleza muerta con melón, 1872

Los impresionistas no eran muy buenos que digamos con las naturalezas muertas (salvo las flores…). (Si quieres ver uno más, mira el de Sánchez Cotán, pincha aquí.)

Caillebotte, Naturaleza muerta con melón y bol
con higos, 1880


A ver… ¿qué otra fruta podríamos poner en la mesa hoy? Ah, sí, los melocotones (¿cómo los llamas tú? ¿Duraznos?). Complicados para pintar por la pelusilla que cubre su piel. Aquí tienes algunos de la Antigua Roma, ¿bien raros, no? 


Melocotones y jarra de cristal, Herculano, sg. I d.C.


Flegel, Melocotones, 1630

Los de
Flegel (te conté algo de él por aquí) son soberbios: hasta les dejó las ramas…


 Ah, no, espérate: éstos de Bravo son espectaculares.


Bravo, Melocotones, 1983, pastel

Meléndez no se los iba a perder, aunque en esta obra el protagonista es este tremendo racimo de uvas… Son los últimos melocotones, los del otoño.

Meléndez, Melocotones, peras y uvas, sg. XVIII


Cézanne también tiene que estar presente. ¿Cómo los prefieres? ¿Con cerezas? 

Cézanne, Cerezas y melocotones, 1883

¿O con manzanas y peras? 

Cézanne, Melocotones, manzanas, peras y uvas, 
1879

Manet también anda por aquí.

Manet, Fruta sobre una mesa, 1864


O'Keeffe, Melocotón y vaso,
1927

A O’Keeffe le bastó sólo con uno. 













Warhol, Mitades de melocotón,
1962
Y Warhol los trajo en conserva, en almíbar… (¿Directo para la macedonia? No estaría mal…)












¡Y no nos olvidemos de las ciruelas! Sencillas, simples y sin llamar la atención. En este frutero de van der Hamen conviven con cerezas.

van der Hamen, Plato con ciruelas y guindas, 1631

Meléndez (sí, otra vez) las sirve con pan y unas brevas. 

Meléndez, Ciruelas, brevas y pan, sg. XVIII

Pero Chardin ¡con pepinos! (¿te animarías con este maridaje?).

Chardin, Ciruelas, pepinos y vaso, 1730


O’Keeffe nos trae 2 clases de ciruelas.  

O'Keeffe, Ciruelas, 1920

¿Y Laffon? Sólo 2 de ellas, con ¿limones o manzanas? No lo sé. Sólo quiso mostrarnos el contraste de color entre esas frutas.

Laffon, Bodegón de las ciruelas, 1994


¿Y tú? ¿Cuál elegirías?

Yo me quedo con todas: haré una macedonia de frutas, ¡bien fresquita!



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