Los cuadros de Hopper son
inconfundibles. Nos llegan muy de cerca porque ha interpretado el espíritu de
nuestra vida actual.
Es un pintor realista en cuanto a
la técnica, pero no se queda en la mera representación de la realidad. Sus
cuadros cuentan historias, muestran emociones; nos enfrenta con la soledad del
ser humano en nuestras ciudades, con la impronta de la civilización en el
paisaje… Se inspira en Manet, Degas, Courbet, pero por el trasfondo de sus
obras está más cerca de De Chirico y de Magritte.
No hay que olvidar de que Hopper está trabajando en una época en que el cubismo y más adelante, el expresionismo abstracto (Pollock, Rothko, Johns, etc.) era lo que estaba de moda. En ese contexto, era un bicho raro: se mantuvo fiel a sí mismo. Le costó abrirse camino, pero lo logró.
Les he elegido hoy éste, que
tiene que ver con un tema al que recurrió muchas veces: el viaje en tren. Y en el que aparece una dama muy misteriosa.
Fuentes: Levin, G. Edward Hopper: the art
and the artist. New York, Whitney Museum, 1980
Levin, G. Edward Hopper:
biografia intima. Truccazzano, Johan & Levi Ed., 2009
Si estás usando tablet o smartphone y tienes dificultades para ver la presentación, puedes ver esta entrada como video en Youtube.
Gracias por invitarnos a este viaje!!!!!!!!!!!!! Estoy preparada para el próximo!
ResponderEliminarPues espérate que ya llegan las vacaciones...
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