Cristina del Rosso: Cena en lo de Degas

El diario de Julie Manet

Manet, El Jamón, 1880

Julie era hija de Berthe Morisot y sobrina de Édouard Manet. Comenzó a escribir su diario en 1893, con 14 años, por sugerencia de su madre. Deja de escribirlo en 1899 cuando se casa con Ernest Rouart. Su diario es una fuente inmejorable para conocer de cerca la vida cotidiana del grupo de los impresionistas.

Julie Manet, La cosecha de
los melocotones

Berthe Morisot era una mujer adelantada para su tiempo y así educó a su hija. Berthe adoraba a Julie y Julie admiraba a su madre. Ella quiso seguir sus pasos como pintora: tenía a los mejores maestros a su alcance. Renoir, Monet, Degas le corregían sus trabajos. Sin embargo, siempre supo que no llegaría al nivel de Berthe, que ella era sólo una aficionada.

Julie Manet, La hora del té

Al poco tiempo perderá a su padre, y luego, a su madre. Siendo una adolescente de 17 años, por expresa voluntad de Berthe, quedará a cargo de Mallarmé. Siempre tendrá presente a su mami y su recuerdo la llenará de pena.

En este fragmento que les presento aquí nos relata una cena en la casa de Degas. Nos cuenta la historia del cuadro de la pelea entre Manet y Degas. El trozo es bastante más largo: he eliminado en esta ocasión el detalle que ella hace de las conversaciones en la cena sobre Zandomeneghi, Carolus Duran y Astruc.

Realmente vale la pena.

Degas, El Sr. y la Sra. Manet, 1868

“Miércoles, 20 de Noviembre

Llegamos bastante tarde a lo del Sr. Degas, nos encontramos con Zoé en la escalera y nos abrió la puerta. El Sr. Mallarmé, el Sr. Renoir y el Sr. Bartholomé ya estaban ahí. Justo el Sr. Degas estaba ocupado con una lámpara que había comprado hacía poco y que parece que da una luz más clara. Admiré el retrato que él hizo de mi tío Édouard y que no conocía todavía. Ese cuadro fue una vez motivo de discordia; el Sr. Degas pintó a la tía Suzanne al piano y mi tío Édouard escuchándola, tumbado en un sofá; como mi tío encontró que su mujer estaba pintada demasiado fea, lo cortó así nomás. El Sr. Degas se encolerizó con toda la razón y se llevó el cuadro; ahora cuelga en su salón. Tiene también un dibujo al pastel de la tía Suzanne en un sofá y el jamón de mi tío Édouard.

En su casa los cuadros están colgados por cualquier parte o en el suelo. Su comedor está tapizado con pañuelos amarillos que muestran dibujos de Ingres. Al parecer, para cenar hay siempre lo mismo, “Rilletes” a la campesina, pollo asado, ensalada y compota, todo preparado por Zoé, que se mete en la conversación al servir y es muy atenta. “Debe tostar más pan, Zoé”, dijo el Sr. Degas. “Alguna otra vez habrá más”, y etc.

(…) Nos quedamos sentadas largo rato junto a él (Degas) y me alegré de escuchar a los 4 grandes artistas; pero pensé con mucho dolor en las encantadoras cenas de los jueves, me resulta incomprensible no ver a papá y a mami entre todos ellos.”

(1895)