Jan y Hubert van Eyck, Altar de Gante, 1432 (abierto) |
van Eyck, Altar de Gante, Joos Vijd |
En 1426 Joos Vijd encargó a Jan
van Eyck (¿y también a su hermano Hubert?) este retablo como donación a la
Catedral de Gante para expiar las culpas de su padre.
van Eyck, Altar de Gante (cerrado) |
No conocemos muchos
detalles más porque el contrato se ha perdido. La obra mide 3,5 x 4,42 m; está
pintado sobre madera de roble y pesa 2 toneladas. Consta de 20 paneles, en
anverso y reverso. Cuando está cerrado, se ven 8 paneles con el tema de la
Anunciación. Abierto, son 12; el tema central es el Cordero Místico, una visión
de San Juan, mencionada en “La Leyenda Dorada”. Es una obra monumental, llena
de detalles, símbolos y alusiones teológicas de gran erudición.
Permaneció en la Catedral durante 140 años para luego convertirse en la presa de caza de intereses políticos y
religiosos.
1566 Gante está en medio de
las luchas religiosas entre católicos y protestantes. Una banda de calvinistas
intenta romper las puertas de la Catedral con toda la intención de destruir el
Altar. No logran entrar. Dos días después lo consiguen, pero el Altar ya no
está. Lo habían escondido en una de las torres. Permanece oculto hasta 1584;
regresa a su lugar cuando la ciudad vuelve a ser católica bajo el dominio de
los Habsburgo.
1792 La República de Francia
está en guerra con Austria; los franceses invaden Bélgica y se llevan los
paneles centrales a París como trofeo de guerra. En la época de Napoleón habrá
intentos de canje para poder tenerlo completo. Cuando Luis XVIII huye de
Francia y se refugia en Gante, allí es acogido con toda hospitalidad: en 1815,
a su regreso a París, lo devuelve en señal de agradecimiento.
1816 Aprovechando que el
obispo no estaba en la ciudad, el vicario general, J.J. Le Surre, roba 6
paneles laterales. (Los paneles de Adán y Eva estaban guardados en un depósito,
por ser considerados indecentes.) No se conocen los detalles, pero es evidente
que no actuó solo, pues cada panel pesa aprox. 100 kg. Recibe un pago de 3600
dólares actuales por parte de Nieuwenhuys, un marchante que aprovecha el caos
de las guerras para hacer negocios. Éste los vende a E. Solly, un coleccionista
inglés. En 1821 el rey Federico Guillermo III de Prusia le compra todos sus
cuadros y las alas del Altar son expuestas desde 1830 en la Königliche Gallerie
de Berlín.
1914 Es la 1ra Guerra Mundial
y los paneles se encuentran dispersos. Para completar los huecos de los paneles
faltantes, tanto en Gante como en Berlín se recurre a una copia que había
encargado Felipe II de España en 1559. Los alemanes ya tenían los paneles
laterales: era de esperar que en cuanto invadieran Bélgica irían a buscar el
resto. El canónigo van der Gheyn, custodio de los tesoros de la Catedral,
decide esconderlo con la venia del obispo, pero con la condición de que éste no
sepa dónde. El canónigo y 4 voluntarios lo llevan en la noche al Palacio
Episcopal. Los alemanes lo buscan por todas partes, interrogan a todos, requisan
casas privadas. En 1918 van der Gheyn decide trasladarlo a la iglesia de San
Esteban: lo colocan detrás de un confesonario. Fin de la guerra: dentro del
Tratado de Versailles se exige la devolución de los paneles que estaban en Berlín;
sin embargo, éstos no habían sido robados sino comprados legítimamente.
van Eyck, Altar de Gante, Sn. Juan Bautista (Wikipedia) |
1934 Desaparece en la noche
el panel de San Juan Bautista y el de los Jueces Rectos. Los ladrones dejan una
nota aludiendo que es en venganza por el Tratado de Versailles. La policía
actúa de manera poco profesional, como si estuvieran encubriendo a alguien. El
obispo recibirá 13 cartas de parte de los ladrones; las negociaciones se harán
a través de la sección de Clasificados del diario “La Dernière Heure”. El
gobierno no cederá. Como prueba de que ellos lo tienen, entregan el San Juan
Bautista a través de un tercero en una estación de tren de Bruselas.
van Eyck, Altar de Gante, Los Jueces Rectos (Wikipedia, imagen del original perdido) |
Noviembre, 1934 Arsène
Godetier sufre un infarto. Era empresario, miembro de diversas organizaciones
católicas. Decía tener muchas deudas, pero su cuenta bancaria reveló que era
millonario. En su último aliento pide hablar con su abogado a solas: le
confiesa que él había robado esos paneles, menciona un armario y una llave y muere. El
abogado encuentra en el armario copias de las cartas y una llave que pertenece
a la Catedral. El panel de los Jueces Rectos no ha sido hallado hasta el día de
hoy. Por los indicios de las cartas se
supone que está escondido en algún edificio público o en la misma Catedral. En
1937 se cierra el caso. Entretanto, los documentos relacionados con el caso
desaparecen. Todos los que participaron en él mueren de manera sospechosa. En
reemplazo de este panel se coloca una copia de Van der Vecken, que no le fue
encargada y detrás de la cual pone unos versos misteriosos, en clave.
van der Vecken, Los Jueces Rectos (Wikipedia) |
Sin embargo, aquí no termina el
peregrinar del Altar. La historia te la sigo contando la semana que viene.
Éste es un pequeño
resumen de
Charney, N. Stealing the mystic lamb. New York, Publicaffairs, 2010
Si quieres conocer más
detalles, ¡te recomiendo que lo leas!
Como una buena novela de misterio!!
ResponderEliminarEspérate a la semana que viene....
EliminarBesos