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jueves, 26 de febrero de 2015

Naranja: el color que no existía

Botero, Naranjas, 2000

Bueno, sí: siempre existió en el espectro de la luz. Y en China e India desde siempre ha estado muy presente pues, tanto en el confucionismo como en el budismo, representa el grado último de la perfección. En China, por ser el resultado de la mezcla del amarillo y del rojo, une fuego y luz, sensualidad y espiritualidad, une cielo y tierra y por eso es el color de la vestimenta del emperador.


Meléndez, Bodegón con
melones y naranjas, hacia 1775
Pero en Occidente no existía como tal. O se lo consideraba rojo o un amarillo oscuro. No aparece en las obras de arte ni en los textiles. Pero un buen día los cruzados trajeron desde Arabia las naranjas, que son frutas originarias de China, y se comenzaron a cultivar en el Mediterráneo. Y a partir de entonces, el naranja apareció ante nuestros ojos.*