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jueves, 12 de febrero de 2015

¿Qué es un collage?

Braque, El as de corazones, 1914
En sentido estricto no es una técnica pictórica, pues no se vale necesariamente de pincel y pintura. Pero se considera parte de la Historia de la Pintura, pues muchos pintores se han ocupado de él  y, aunque no siempre, es bidimensional.




Arcimboldo, El verano,
1573
Entonces, ¿qué es un “collage”? En francés alude a un conjunto de cosas pegadas y no necesariamente de trozos de papel. P.ej.: un tótem sería un “collage”; lo mismo  pasaría con cualquier cuadro de Arcimboldo. Si se trata de papeles pegados, eso más bien se llama “papiers collés(como los llamaban Picasso y Braque=”papeles pegados”).
La historia viene de bien lejos: hay ejemplos en el antiguo Japón, en Persia, en Bizancio… En el sg. XVII se hacían cuadros con trozos de alas de mariposa. A mediados del sg. XVIII, cuando en USA se puso de moda celebrar San Valentín, se enviaban tarjetas de felicitación con encaje o lazos pegados. En 1840, el pedagogo alemán Friedrich Froebel incluyó en los programas de los Kindergarten esta técnica para fomentar la creatividad en los niños. ¿Otros famosos que se dedicaron a recortar y pegar y que no son pintores? Pues Víctor Hugo o Hans Christian Andersen.

Los cubistas no inventaron nada nuevo sino que sólo se encargaron de revivirlo. Picasso y Braque se encontraron frente a una encrucijada: sus constantes investigaciones en el tema de la forma los llevó a romper en  trozos a las figuras, hasta tal punto que no se podían reconocer. Ambos recurrieron a los papeles pegados sobre el lienzo para insertar en ese sinsentido una porción de realidad, una referencia que hiciera inteligible el cuadro. El trozo de papel le daba sentido y añade en muchos casos, relieve, o sea, el cuadro se vuelve tridimensional.

Carrà, Manifestazione
interventista, 1914
De aquí en más, el collage, o mejor dicho, los “papeles pegados”, se hará adulto. Podríamos nombrar unos cientos nombres de artistas que han incursionado en esta técnica. Los futuristas italianos, como Boccioni, Carrà o Severini, descubren en París lo que están haciendo sus colegas cubistas y se largan a experimentar con él; no sólo en pintura si no que lo intentarán también con la escultura (cosa que por cierto también había hecho Picasso). La constante relación París-Moscú atrajo a Malevich y a El Lissitzky. Casi al mismo tiempo: los dadaístas, con Duchamp a la cabeza, más Schwitters o Ernst en Alemania. Y a los surrealistas, en su afán por zambullirse en lo irracional, el collage les vendrá de maravillas. Valga como ejemplo: Tanguy, Dalí o el mismo Miró.








Matisse, Dos bailarines,
1948
Matisse comenzó con esta técnica en 1941, al verse en silla de ruedas, luego de una operación para extirparle un tumor canceroso. Pintaba con gouache los papeles que iba a utilizar y armaba figuras gigantescas. Él decía que era como “pintar con tijeras”.
Después de la 2da Guerra el collage se aplicó decisivamente al diseño gráfico, a la publicidad. El POP lo instalará entre nosotros: ya hablamos alguna vez de Hamilton, Warhol o Rauschenberg. Motherwell y Pollock no dudarán en pegar en sus cuadros papeles y otras tantas cosas: ya no habrá vuelta atrás.






Pollock, Collage y óleo,
1951

Fuentes: Mayer, R. The artist’s handbook of materials & techniques. Londres, Faber& Faber, 1991;
Wolfram, E. History of Collage. Londres, Mc Millan, 1975



1 comentario :

  1. Me parece bastante interesante. Gracias por comunicarme este este espacio. Lo visitare con frecuencia. Un cordial saludo. Remigio Megías

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