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miércoles, 8 de octubre de 2014

Cartas de Goya

“Londres 2 de agosto de 1800[1]
Por Justos Juicios de Dios te molestaran mis bobadas, y aunque silbestres, las puedes Juntar con las tuyas, y echarlas á morder. Beras como ganan, con mucho, las mías pues tengo la banidad de que se pintan solas en el mundo.


María Cayetana de Silva,
duquesa de Alba, 1795
Mas te balia benir á ayudar a pintar a la de Alba, que ayer se me metio en el estudio a que la pintase la cara, y se salió con ello; por cierto que me gusta mas que pintar en lienzo, que tanbien la he de retratar de cuerpo entero y bendra apenas acabe yo,un borron que estoy aciendo de el Duque de la Alcudia á caballo que me embió a decir me abisaria y dispondria mi alojamiento en el sitio pues me estaría mas tiempo del que pensaba: te aseguro que es un asunto de lo mas dificil que se le puede ofrecer a un Pintor.













Bayeu lo debia aber echo pero á huido el cuerpo, y se á echo muchas veces instancia; pero amigo el Rey, no quiere que trabaje tanto y dijo él; que se hiria por 2 meses a Zaragoza y dijo el Rey aunque sean 4. Ay le tienes cortejalo y ayudale a diberterse.



Manuel Godoy,
duque de Alcudia,
1795






Tanbien tienes esa carta de empeño para que agas lo que debes hacer y siento se aya muerto si es alguno de los dos que yo conoci ay. A dios y si quieres saber mas pregunta a Clemente

asi estoy”[2]
(Wikipedia)
Madrid, 2 de agosto 1794
Museo del Prado, ODG055

Al trasladarse a Madrid, Goya  seguirá en contacto por carta con su amigo de Zaragoza, Martín Zapater. Estas cartas presentan varios problemas: en primer lugar, están diseminadas en varias colecciones y, además, muchas se han perdido y sólo se conocen copias de ellas. Son el testimonio de una gran amistad: revelan intimidad, confianza y que ambos se han divertido mucho juntos (su pasión era la caza). No hay en ellas teorías sobre arte o detalles pormenorizados de los cuadros que está pintando. Pero sí le va contando cómo es aceptado en la Corte, las envidias, sus peleas con su cuñado Bayeu, etc.
Esta carta tiene un tono jocoso, como tantas otras. Sabemos que nunca estuvo en Londres y pone mal la fecha a propósito: lo que está contando ocurre realmente en 1794. Es la única en la que cita a la duquesa de Alba. El cuadro que menciona es el de la duquesa vestida de blanco.
El duque de Alcudia es Manuel Godoy. Bayeu era en ese momento el primer pintor de la Corte: elegantemente se sacó de encima este encargo, quizás para no verse involucrado con este personaje. Hay 2 versiones de este retrato por Goya: éste, que está desde 2009 en colección privada, y otro que aparece debajo de El Garrochista. 



Un garrochista, 1808
Sin dudas debe de ser de Godoy y Goya lo habría repintado hacia 1808, para salvarlo de la destrucción cuando el llamado “Príncipe de la Paz” cayó en desgracia.
Zapater se encarga de administrarle sus bienes en Zaragoza: por eso el párrafo final.
La carta la completa con este autorretrato.


Fuente: Goya, Cartas a Martín Zapater. Madrid, Istmo, 2003






[1] Se mantiene la grafía de la edición.
[2] Dibuja su autorretrato aquí al lado. Para ver el facsímil de la carta, pinchar aquí.

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