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jueves, 11 de febrero de 2021

Junglas imaginarias

 



Rousseau, La comida del león

Parecen cuadros de principiantes. La composición es de lo más sencilla posible; los dibujos, nada complicados. Nada de perspectiva, colores vibrantes. Te dan la impresión de que el artista está muy inseguro y que se las está arreglando para salir airoso del paso con los pocos medios que tiene.

Pero nada más lejos de la realidad. 
El arte naíf, el arte llamado ingenuo,  parece, pero no es. Detrás de esa aparente simplicidad hay muchísimo trabajo, aunque no lo creas.

Henri Rousseau, el Aduanero
(sí, porque trabajaba en la Aduana… y porque también hay otro Rousseau, más académico y más “serio”), es el mejor ejemplo de este tipo de arte. En las Historias del Arte lo verás como en un rinconcito, citado porque no queda más remedio, porque no encaja con nada. Es como si hubiese aterrizado en medio de la lucha de académicos, impresionistas, cubistas y fovistas así nomás, como quien no quiere la cosa.

Para la presentación de hoy, elegí este cuadro suyo, una jungla imaginaria, donde espiamos a un león sirviéndose su cena…


Fuentes: Schmalenbach, W. Henri Rousseau: dreams of the jungle. 
München, Prestel V., 2000
Stabenow, C. Rousseau. Kölln, Taschen, 2018


 





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