Galería del Monasterio (foto: C.del Rosso) |
Realmente debo confesar que
Carducho para mí era una línea en una enciclopedia sobre el Barroco Español, pero en cuanto me puse a investigar sobre su
obra, se fue abriendo para mí un autor de una categoría e inventiva
impresionante.
Era originario de
Florencia, muy famoso en la Corte
española, pintor de los reyes Felipe III
y IV, que tuvo la desgracia de tener
que convivir con un genio, Velázquez, un mozalbete de 24 años, talentosísimo, con
ganas de destacarse y que se convierte enseguida en favorito del rey Felipe IV.
Carducho, en su Diálogos de la Pintura, no
menciona a Velázquez directamente, pero las alusiones y críticas a su rival son
más que claras.
Su obra maestra se encuentra en el Monasterio de Sta. María de El Paular, en Rascafría, sobre la
Sierra de Guadarrama, prov. de Madrid. Si tienen la oportunidad, acérquense a
visitarlo, aunque no es recomendable hacerlo en invierno, pues hace mucho, pero
mucho frío ahí arriba…
(Foto: C. del Rosso) |
De toda la obra, conviene
destacar “La conversión de San Bruno”, “La muerte del venerable Odón de Novara”
(con su autorretrato y el de su amigo, Lope de Vega).
La conversión de San Bruno |
La muerte del Venerable Odón de Novara |
Y por supuesto, ¡también el
monasterio es digno de ser visitado! Fue fundado en 1390 y ¡guarda tesoros increíbles!
Y un agradecimiento especial a Letizia
Ruiz, directora del equipo de restauración del Museo del Prado, quien nos hizo
la visita guiada en el monasterio.
cristinadelrosso.com // cristinadelrosso.artproject@gmail.com
Bibliografía. Hubala,
E. Die Kunst des 17. Jahrhunderts.
Berlin, Propyläen V.,1990;
Bennassar,
Velázquez, Vida. Madrid, Cátedra,
2010;
Carducho, Diálogos
de la pintura.Valladolid, Maxtor, 2011
Gracias, Cristina. Nunca había oido hablar de él. Es una muy buena historia.
ResponderEliminarEl genio de Velázquez lo opacó. Carducho era el representante de la línea clásica del barroco, la que habían iniciado los hermanos Carracci en Italia. No toleraba a los nuevos artistas que pintaban temas humildes o groseros, como "Los borrachos" o los bufones de Velázquez. De cualquier manera, había una cierta división de trabajo en la Corte, pues Velázquez no pintaba temas religiosos y Carducho sí.
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