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jueves, 29 de mayo de 2014

El azul Klein es el azul del cielo

Hace unos días unos alumnos me invitaron a una tertulia de arte, organizada por ellos en una casa. El tema era Yves Klein. Confieso que es un autor que no me llama la atención, pero entiendo que a muchos de ustedes les puede gustar y aquí va mi informe:

La charla fue dada por Javier Ortiz Echagüe, que está a punto de publicar un libro sobre el tema,  con un enfoque distinto que hace entender mejor la obra de este pintor.
Klein, Monocromía azul,
relieve con esponjas
1958 (Wikipedia)
Klein en su juventud fue judoca (¡llegó a ser entrenador de la Selección Española de Judo!) y un buen día decidió dedicarse a la pintura. Sus padres eran artistas, así que no era tan descabellado este cambio. La base filosófica del judo, es decir, el ansia de superar los límites de lo material, del cuerpo, fue la obsesión que sirvió como base a toda su obra. Parte por querer abarcar el azul del cielo de Niza, su ciudad natal, y fijarlo en el lienzo: surgen así sus pinturas monocromas azules. De ese cielo nace su pasión por el azul y más tarde  patentará el proceso de preparación del que hoy llamamos el azul Klein, un azul vibrante con matices violáceos (Color Index nº IKB 191). Y luego querrá abarcar el azul del mar y aparecerán las esponjas pegadas en sus lienzos. ¿Y las “Antropometrías”? Para él eran manifestaciones de la espiritualidad encarnada. Pero el cuadro tiene un contorno y él quiere representar lo infinito… y seguirá buscando. Esto lo llevará a  vender espacios de aire a precio oro! (a los que llamó “Zonas de Sensibilidad Pictórica Inmaterial”) o a armar exposiciones de lo inmaterial en donde la galería está vacía! O tratar de levitar lanzándose al vacío o pintar con fuego… Está buscando lo Absoluto, el Cielo, lo inmaterial pero con elementos materiales. Poco a poco se dará cuenta de que su objetivo es una utopía, algo realmente imposible de realizar.


Heredó de su familia la devoción por Santa Rita de Casia, justamente, ¡la patrona de los imposibles!  Y existe un testimonio de esta devoción. En el santuario de la santa se conserva  un exvoto/relicario del artista que entregó discretamente en 1961: consiste en una cajita con compartimientos con los colores que marcaron su obra: azul, rosa y trozos de oro. No se sabía de esto hasta que apareció en medio de la restauración del convento, por daños del  terremoto de 1979. Dentro está escrito en francés por su propia mano lo siguiente:

Exvoto a Sta. Rita de Cascia
Yves Klein, 1961 (
yveskleinarchives.org)
Santa Rita de Casia te ruego que intercedas ante Dios, el padre todopoderoso, para que me conceda siempre en nombre de su Hijo Jesucristo y en nombre del Espíritu Santo y de la santa Virgen María la gracia de que habiten mis obras y que ellas sean siempre más bellas y que me conceda también la gracia de que descubra siempre continua y regularmente cosas nuevas en el arte cada vez más bellas, incluso si lamentablemente no soy siempre digno de ser un instrumento para construir y crear parte de la Gran Belleza, que todo lo que salga de mí sea bello...(extracto)

¡Muchas gracias, Javier!
Quiero agregar además un pequeño comentario:
Se habla de las nuevas generaciones como la generación NI-NI. (Para los lectores que no viven en España: son los jóvenes que no se interesan por nada, ni por esto ni por lo otro.) En la tertulia pude comprobar una vez más que hay muchísimos jóvenes que trabajan, estudian, se interesan por la cultura, y en silencio. Me sorprendió muchísimo con qué interés escucharon la charla y el tipo de preguntas que hicieron…

Muchas gracias, chicos, y muchas gracias a los anfitriones, tan acogedores y cariñosos como siempre!


cristinadelrosso.com // cristinadelrosso.artproject@gmail.com
Para ver el exvoto completo:
Traducción al español: Cristina del Rosso
Agradecimiento a Inmaculada Jiménez.



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