Zuloaga, Torerillos de pueblo, 1906 |
Las corridas de toros son siempre
polémicas. Que sí, que no. Que los pobres animales no tienen la culpa de los
entretenimientos sádicos de los seres humanos, que su sufrimiento se convierte
en un espectáculo o que el toreo es un arte y que los toros de lidia se
hubieran extinguido de no ser por las corridas. Las opiniones son de todos los
gustos.
Sin embargo, lo que no se puede negar es la relación de España con este
animal. Representa la hidalguía, la bravura, la valentía…, valores con los que
se identifica a este país. En el arte, ha sido representado desde tiempos
inmemoriales hasta hoy, desde las cuevas de Altamira hasta Picasso...
Pero, ¿pintores toreros? Sí,
claro.