Botero, Naranjas, 2000 |
Bueno, sí: siempre existió en el espectro de la luz. Y en China e
India desde siempre ha estado muy presente pues, tanto en el confucionismo como
en el budismo, representa el grado último de la perfección. En China, por ser
el resultado de la mezcla del amarillo y del rojo, une fuego y luz, sensualidad
y espiritualidad, une cielo y tierra y por eso es el color de la vestimenta del
emperador.
Meléndez, Bodegón con melones y naranjas, hacia 1775 |
Pero en Occidente no existía como tal. O se lo consideraba rojo o un
amarillo oscuro. No aparece en las obras de arte ni en los textiles. Pero un
buen día los cruzados trajeron desde Arabia las naranjas, que son frutas
originarias de China, y se comenzaron a cultivar en el Mediterráneo. Y a
partir de entonces, el naranja apareció ante nuestros ojos.*